UN PASEO POR LA HISTORIA (Y LAS HISTORIAS) DE MOTO GUZZI

"Se per fortunata ipotesi..."

domingo, 7 de febrero de 2010

PRELUDIO DE UN MITO

Los orígenes de MOTO GUZZI se remontan a la Primera Guerra Mundial y a los cambios sociales que comportó el que hombres de diferente origen y condición social dependieran entre sí en el combate y compartieran un mismo fin: la supervivencia. Sólo así puede explicarse que en la clasista sociedad italiana de principios del Siglo XX tres jóvenes de orígenes tan dispares como Carlo Guzzi, Giorgio Parodi y Giovanni Ravelli no sólo trabaran amistad, sino que además proyectaran unirse en los negocios para cuando la contienda bélica finalizara.

Carlo Guzzi, nacido en 1889 en Milán, procedía de una familia modesta. Desde su adolescencia había mostrado su afición por la mecánica y, con el paso de los años, por las motocicletas. Su familia pasaba las vacaciones en Mandello Tonzanico (hoy Mandello del Lario), un pequeño pueblo del brazo lecchese del Lago di Como.
Allí conoció al herrero local, Giorgio Ripamonti, quien introdujo a Carlo en los secretos del motor de combustión interna. Ambos desmontaban motores y evaluaban sus defectos de construcción y cómo subsanarlos. La experiencia acumulada de este modo permitió a Carlo Guzzi empezar a forjar su ideal sobre el motor de combustión .

Giorgio Parodi, nacido en 1897 en Génova en el seno de una señorial familia de armadores navales, se había criado en las ancestrales tradiciones de la sociedad italiana. Su padre, Emanuele Vittorio, cabeza de la dinastía, era un reconocido y acaudalado hombre de negocios.

Giovanni Ravelli procedía de una adinerada familia de Brescia . Al igual que Carlo Guzzi, era un apasionado de las motocicletas e incluso tuvo la oportunidad de competir con éxito, destancándose como uno de los más notables pilotos italianos de antes de la Primera Guerra Mundial.

Los tres jóvenes coincidieron sirviendo a su país en el mismo escuadrón del Corpo Aeronautico Militare: Parodi y Ravelli como pilotos, y Guzzi como mecánico. De la afición compartida por las motos entre Guzzi y Ravelli, del compañerismo como pilotos entre éste y Parodi, y del reconocimiento de ambos hacia Guzzi por su habilidad para mantener sus máquinas operativas, surgió la amistad que finalmente derivó en que hicieran planes juntos para después de la guerra. Guzzi había expuesto a sus compañeros su revolucionario proyecto de motocicleta y se decidieron a su fabricarla: éste se ocuparía del diseño, Parodi de la gestión del negocio y Ravelli de competir con ella en eventos deportivos (la principal manera de publicitar una moto en aquella época).

Giorgio Parodi confiaba en interesar a su padre en la empresa para que aportara el capital inicial para crear la compañía y, cómo no, la primera motocicleta. El 30 de diciembre de 1918 le envió una detallada carta sobre el proyecto, solicitándole que lo financiase. Emanuele Vitorio Parodi le respondió de este modo el 3 de enero de 1919 en una carta que hoy en día se conserva en el Museo Moto Guzzi de Mandello del Lario:

"...la risposta che dovresti quindi dare ai tuoi compagni è che io sono favorevole in massima, che le 1500 o 2000 lire per il primo esperimento sono a tua disposizione, a condizione che la cifra non sia assolutamente sorpasata, ma che mi riservo di esaminare personalmente il progetto prima di assicurare il mio appoggio definitivo per lanciare seriamente il prodotto. Ché se per fortunata ipotesi esso mi piacesse sono disposto ad andare molto avanti senza limitazione di cifre."

Lo que en la lengua de Cervantes significa: "...por lo que la respuesta que deberías dar a tus compañeros es que contáis con mi apoyo absoluto, que tienes a tu disposición 1500 ó 2000 Liras para el primer experimento a condición de que la cifra no sea en absoluto sobrepasada, pero que me reservo el derecho de examinar personalmente el proyecto antes de dar mi apoyo definitivo para lanzar seriamente el producto. Que en el afortunado supuesto de me gustase estoy dispuesto a llegar más allá sin limitación de cifras."

Desafortunadamente, Giovanni Ravelli falleció en un accidente aéreo pocos días después de que finalizase la Primera Guerra Mundial.

Se per fortunata ipotesi... Aquí empieza la historia de MOTO GUZZI. Aquí nace el mito.

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