El primer modelo de producción (no me atrevo a decir de serie por cuanto se fabricaba inicialmente a mano sobre bancos de trabajo individuales, de modo que incluso podían apreciarse diferencias de detalle entre un ejemplar y otro) de la MOTO GUZZI fue la Normale, de la cual se fabricaron durante el primer año de actividad 17 unidades. Cuando en 1924 cesó su producción se habían lanzado al mercado 2065 unidades.
El único color disponible era el verde oliva y destacaba la cuidada calidad de la pintura, con varias capas superpuestas sobre una base antioxidante y un doble fileteado dorado hecho a mano.

Con una relación de compresión 4:1 el motor erogaba 8 CV a 3200 rpm, lo suficiente para lanzar a la Normale hasta los 80 km/h de velocidad máxima con una consumo de 3,5 L/100 km. A partir de 1923 se eliminó el doble encendido y se aumentó la relación de compresión a 4,7:1, lo que permitió aumentar la potencia a 8,5 CV a 3400 rpm. Ésta que acabamos de citar y la adopción de un sistema de lubricación automático con recuperación del aceite (¡Se acabó lo de accionar la bomba de engrase mientras se conduce!) fueron las principales modificaciones que se aplicaron al modelo durante sus tres años de producción.
La Normale, además de su avanzado diseño y su novedoso y fiable motor, era la primera motocicleta del mundo dotada de caballete central (mucho más estable y cómodo que el caballete sobre la rueda posterior habitual de la época) y ofrecía además componentes de primera línea: carburador Amac de 25 mm (inglés), magneto Bosch (alemán), rodamientos de acero sueco, cadena inglesa Renold y neumáticos Dunlop.
Cuando a principios de la década de los '70 MOTO GUZZI se apercibió de la importancia de la tradición histórica, organizó un concurso cuyo premio era ni más ni menos que una V7 nuevecita de trinca, destinada a permutársela a quien acudiese con la MOTO GUZZI más vieja. El vencedor del concuso fué un caballero que acudió a Mandello con su Normale, cuyo número de motor era el 51. Un auténtico golpe de suerte para MOTO GUZZI, pues se trataba para asombro de todos de la primera unidad construída de la Normale. Entonces... ¿Por qué no llevaba grabado el número 1 en lugar del 51? Porque se pensó que números tan bajos hubieran podido alarmar a los potenciales compradores, evidenciando una excesiva novedad del producto e inexperiencia del constructor. Hoy en día podemos admirarla en el museo de Mandello.
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